Tiaras del siglo veinte


Tiara de aguamarina, Cartier, 1939
A principios del siglo veinte aparecieron dos estilos artísticos en artes decorativas en la joyería, el Movimiento de Artes y Oficios y el Art Nouveau.

Durante este tiempo las tiaras tuvieron cambios en los estilos y como resultado aparecen piezas únicas exquisitas e interesantes. Aparece un renovado interés por la naturaleza y las nuevas técnicas como el esmalte plique-á-jour,  que es la técnica de esmaltado vítreo en la cual el esmalte es aplicado en celdas, de manera similar al cloisonné, pero sin ningún material de respaldo en el producto terminado, de forma tal que la luz puede pasar a través del material transparente o translúcido. También el  tallado del cuerno  y el hueso, es esta técnica resultan  sorprendentes los adornos de cabeza, increíblemente livianos y de mucho atractivo artístico.

Al mismo tiempo, la introducción del platino permitió que los joyeros crearan tiaras de encaje y plumas con poca demostración de metal. En la corte de Eduardo VII las tiaras fueron más frecuentes que nunca y esta tendencia combinada con el uso del platino dio lugar a un rediseño de las joyas de la familia, renovando los diseños a lo más nuevo. El peinado estilo pompadour, dio a estas tiaras una buena base para ser usadas. A medida que el mundo comenzó los preparativos para la guerra mundial, la tiara desapareció y tomaron su lugar elementos menos vistosos, como los bandeau y los aigrette.
Tiara Art Decó, princesa Sibilla.

Durante el período entre las Guerras Mundiales la tiara comenzó a reaparecer. Las tiaras eran usadas para fiestas formales, bailes, la ópera y otras reuniones sociales importantes. Una vez más los diseños fueron prestados e inspirados de la naturaleza con coronas de laureles, vides, flores y similares, eran los elementos que lideraban esta tendencia. La llegada de los años 20 dio paso al bandeau de nuevo, con mucha popularidad y comienzan a aparecer gemas talladas de formas geométricas, típicas de la época de joyería que ahora se llama Art Deco. Los joyeros comenzaron a suplantar los estilos Art Nouveau y Artes y Artesanías con estos motivos geométricos que estaban más de acuerdo con la era de las máquinas. La versatilidad sin precedentes fue diseñada en tiaras de modo que se pudieran desmontar  y ser usadas por piezas en una variedad de maneras. Además, los peinados cortos de la epoca forzaron a los joyeros a proponer diseños innovadores que permitieran que sus creaciones se usaran sin los peinados de apoyo vistos hasta ese momento.

El colapso de las bolsas de comercio el año 1929 sacó a muchos joyeros del negocio y las exhibiciones de riqueza ya no fueron notorias. Las tiaras seguían siendo usadas pero por las novias y la realeza, pero las damas americanas ya no hacían alarde de su riqueza. En Europa, los ricos que deseaban permanecer igual dentro de la moda pero con bajo perfil, comenzaron a fabricar sus joyas con elementos menos valiosos como el aguamarina y el topacio. La coronación de Jorge VI en 1937 dio paso a un renacimiento de la joyería  y nacen nuevamente las tiaras extravagantes, pero fue de muy corta duración. El inicio de la Segunda Guerra Mundial puso fin a los eventos sociales donde las exhibiciones de joyería eran al máximo de lujosas como necesarias.

Tiara nudo del amante, Garrard, 1913


Durante la posguerra a mediados del siglo XX nuevamente el lujo volvió a entrar en boga. Los ricos y los de la realeza volvieron a usar y a exibir sus joyas con orgullo. Las novias continuaron incluyendo tiaras como parte importante del guardarropa de bodas. Los joyeros fueron nuevamente puestos a trabajar, modificando y modernizando gemas para reflejar la moda actual.



Las nuevas riquezas llegadas desde el Oriente Medio aumentaron la demanda por joyas de todo tipo, incluyendo las tiaras. El énfasis del diseño pasó de demostrar el rango y la riqueza a elementos decorativos. Las gemas principales comenzaron a ser usadas en collares, anillos y aros en vez de ser usados como piezas centrales en una tiara. En América las mujeres ricas competían por la atención de los joyeros a los que se les exigía lo último en moda de joyería lo que incluía las tiaras.

Tiara Cambigde, Diana de Gales  /  Tiara de Lis, Reina Letizia  /  Tiara de Pavo Real, Máxima Zorrequiet.
A finales del siglo XX, el uso de tiaras se convirtió en el ámbito de la realeza. Las mujeres ricas continúan usando tiaras ocasionalmente, para los acontecimientos extravagantes, pero no es el "requisito" que era tan importante en el pasado. Las novias, sin embargo, no han renunciado a su derecho a ser "Reinas por un día" y por eso se siguen manteniendo las tiaras en la moda para este acontecimiento tan especial. Un renovado respeto por los diseños del pasado han ayudado a salvar algunas de estas magníficas creaciones de rediseño para que podamos disfrutar de su belleza en los museos y en las cabezas de la realeza.




Escrito por: Alejandro Glade R.





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