La venganza del Dios Hindú

En el famoso museo Smithsonian de los Estados Unidos, está en exhibición un collar con un gran diamante azul, montado en oro blanco y rodeado por diamantes blancos. Este diamante azul tiene un peso de 45,5 quilates y es de color azul. Detrás de esta piedra hay una historia de misterio que por su nombre confunde “Diamante de la Esperanza” o “Hope” como es su verdadero nombre en inglés, esta historia se asemeja a una película de suspenso emocionante. Diamante llegó al Instituto Smithsonian el año 1958. Esta piedra pasa por eventos extraordinarios en su camino hacia el museo.



Relato que contaré a continuación: A mediados del siglo 17, Jean-Baptiste Tavernier, un comerciante y proveedor exitoso de joyería para la familia real en Francia, pionero en el comercio con la India. Se hiso de amigos con la gente  que le cuenta de la existencia de un ídolo de piedra, en el que sus ojos brillaban con una refulgente luz azul brillante. Tavernier que era un gemólogo experimentado, convenció a la gente para que lo llevara al lugar sagrado, con el fin de mirar la estatua. El gemólogo llega al lado de la estatua y supo de inmediato que en sus cuencas, el ídolo tenía enormes diamantes que brillaban. Usando varios pretextos y al amparo de la oscuridad y de una manera inexplicable Tavernier logró sacar el ojo izquierdo de la estatua, y todo el mundo convencido que había salido por la noche para una meditación. Esto ojo izquierdo de la estatua pesaba nada menos que  115 quilates, y luego se apresuró a salir de la India como buen hombre de negocios y hacer entrega de sus adquisiciones al rey de Francia Luis XIV .

El acuerdo en un principio parecía muy razonable, el rey generosamente pagaba por un diamante único, pero con él también adquiriría las maldiciones de la piedra azul.  Todo comienza con tragedias,  según algunos registros escritos de la época, Jean-Baptiste Tavernier, se convierte en la víctima de un ataque de  manada de perros callejeros y a causa de sus heridas murió. Y esta historie no termina ahí, el nuevo propietario del diamante azul,  el rey, comienza a sufrir de maldiciones como la muerte de familiares, incluyendo a su hijo y nietos. Cuando como herencia el diamante pasó a Luis XV, de inmediato se metió en problemas, el país no pudo evitar la desastrosa guerra de los siete años, después de la que por mucho tiempo Francia se sumió en la pobreza. El siguiente propietario de la piedra, Luis XVI, sufrió las consecuencias de sus reformas, trató de huir sin conseguirlo y el resultado del conflicto con el rey fue la guillotina. En estos tiempos difíciles el diamante como joya, seguía siendo orgullo del tesoro real,  pero fue robado, y vuelve a aparecer después de veinte años.

Un soldado cadete, probablemente  descendiente de algunos de los revolucionarios franceses, vende el diamante azul a un joyero en  Londres. El joyero dividió la piedra en varias piezas, con facetas elaboradamente  exquisitas con el resultado que conocemos hoy. En 1839, el nuevo propietario londinense, de este diamante azul se convierte en el aristócrata británico Henry Hope. Este coleccionista millonario estaba extremadamente orgulloso de su adquisición y tenía el placer de mostrarlo públicamente, exponiéndolo en las exposiciones internacionales de joyería de la época. 

Evelyn Walsh McLean
Por décadas  la piedra “Hope” permaneció en la familia, hasta que pasó de mano en mano llegando a Lord Pelham Clinton Hope. Desde entonces, la vida del Señor cambia teniendo conflictos familiares y quebrando su vida, se encontró atacado por los acreedores, que fueron malos al presionarlo  y para pagar la deuda, se vio obligado a vender el diamante a un joyero. En manos de este joyero el diamante Hope fue comprado por un rico ciudadano norteamericano, en $ 180.000 dólares de la época,  y se lo regaló a su esposa, Evelyn Walsh McLean, en honor a su aniversario de matrimonio.

Con los años su hijo murió en un accidente automovilístico a los nueve años, su hija se suicidó a la edad de 25 años, y su marido fue declarado loco y murió en una institución mental en 1941.

Esta fue la supuesta piedra que sirvió a James Cameron  de inspiración como el “Corazón del Oceano” en la película “Titanic”, siempre se rumoreó que la piedra estuvo a bordo y sobrevivió a su hundimiento.

Pero el rumor de que el fabuloso diamante “Hope” estaba en el Titanic cuando se hundió es falso.





Regresando al relato sobre la historia del diamante Hope. En algún momento, el diamante estuvo en manos de Pierre Cartier. En Cartier el diamante de la Esperanza  “Hope” se convirtió en la pieza central de este collar deslumbrante que conocemos, y que pasó a manos de Harry Winston. Aquí es donde el diamante el diamante “Hope” llega a Smithsonian  Institution de Estados Unidos, Harry  Winston dio la piedra legendaria al instituto como un regalo para el museo. 





A partir de este momento ya ha pasado más de medio siglo, en que el  diamante azul es admirado por millones de visitantes que acuden a admirar la rareza de este tan afamado brillante.

El diamante estando en el museo, finalmente silenció su temperamento, o simplemente expiró de hacer acciones de maldiciones. Nadie se ha seguido quejando de problemas causados por el diamante azul.  Así es que si tiene la oportunidad, vaya al museo y  admire la piedra, que se convirtió en uno de los más misteriosos tesoros de los últimos tres siglos y medio.




Escrito por: Alejandro Glade R.




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