Las joyas que se salvaron de la Revolución Francesa


Tarjeta con grabado de la época


María Antonieta reina consorte de Francia y Navarra, amaba las joyas, durante muchos años logró juntar una gran colección de joyas, lamentablemente  la mayoría de ellas se perdió durante la Revolución Francesa. Las piezas que se lograron salvar fue por la ayuda  de amigos fieles y de confianza, muchas de estas joyas le fueron devueltas a su hija María Teresa, otras volvieron a ser cortadas formando  nuevas creaciones y ya no podrán ser más rastreadas. Otras ya pertenecen a coleccionistas privados, y que solo  unos pocos afortunados pueden ver cuando las usan. 

Hablaré de lo poco que se conoce hoy en día de una colección que fue enorme y hermosa.


Aros de Diamante (Museo Smthsonian
Washington)





Lo que conocemos el día de hoy es gracias a los que compraron joyas y no las guardaron para ellos, estas han sido regaladas y han ido pasando de mano en mano. Un ejemplo de esto que digo es porque los aros de María Antonieta los llegó a adquirir Napoleón III el que los regaló a su esposa Eugenia, con el tiempo esta joya estaba en posesión de la Gran duquesa Tatiana de Rusia, a quien la familia de  Pierre Cartier compró el año 1928, más tarde los aros de diamante fueron adquiridos por la señorita Marjorie Merriweather, cuya hija Eleanor Barzin los donó al Instituto Smithsonian en Washington. Se decía que eran los aros favoritos de la reina, porque había sido un regalo de su esposo, el rey Luis XVI.


Anillo de diamante azul en oro amarillo
Este hermoso anillo con un diamante azul en forma de corazón, perteneció a la colección privada de María Antonieta, con esto digo que este anillo nunca perteneció a la corona de Francia pues ella lo traía de su país antes de ser reina. Este anillo era ocupado por ella continuamente hasta que lo regaló a su amiga  la princesa Lubomirska en el año 1791. Esta princesa fue llevada a juicio y condenada a muerte también. Entonces pasó a sus hijas. El anillo cambió de manos varias veces después, pero finalmente fue vendido en una subasta en la Casa  Christie en Ginebra el año 1983. Este anillo está ahora en una colección privada en algún lugar desconocido de Europa, en lugar de estar en algún museo para que fuera admirado por todo el mundo.

Diamante "Regent"

Este diamante enorme de grande llamado “Regent“ lo usó María Antonieta para decorar un gran sombrero de terciopelo negro.  Es un diamante que tiene una historia muy interesante. En 1701, un esclavo fue el que encontró el diamante, piedra que originalmente tenía un peso de  410 quilates. El esclavo lo robó y se lo llevó ocultándolo entre las vendas de una herida en la pierna, llegó al puerto y ahí le ofreció  en pago la mitad de su valor al capitán de un buque para que lo llevara a un lugar seguro. Pero el capitán se volvió codicioso y mató al esclavo robándole el diamante, el que vendió por una miseria, para ser cortado en gemas más pequeñas, la de mayor tamaño pesaba  140.50 quilates! En 1717, fue comprado por Felipe II, duque de Orleans y luego regente de Francia, de quien adquirió su nombre. La gema se estableció por
María Antonieta
primera vez en la corona Luis XV, la que le fue puesta en su cabeza por primera durante su coronación, la gema se podía sacar de la corona, para que su reina esposa la llevara de adorno en su pelo. La gema luego desapareció en 1792 y se encontró nuevamente 15 meses más tarde, en un ático de una casa de París. En 1797, el emperador Napoleón lo tenía montado en la espada que llevaba en su coronación. Después de su caída, la espada fue tomada por su esposa María Luisa y volvió a Francia. Después de la caída de la última casa real, la mayor parte de las joyas de la corona fueron vendidas, pero el “Regent” en cambio se exhibió en el Louvre. Durante la Segunda Guerra Mundial se vuelve a ocultar anta la invasión de los nazis a Francia, para que volviera al museo después de la guerra.



Collar de perlas hecho con posterioridad





Estas lindas perlas se salvan gracias a la inmunidad diplomática de la esposa del embajador Británico Lady Suthjerland, el año 1792, cuando su embajada se retiró por el conflicto. Sólo las perlas pertenecíeron a  María Antonieta,  ella pretendía que por la confianza que ella le tenía, pretendía que se las devolviera después del supuesto encierro. Estas perlas más algunos diamantes que María Antonieta le entregó, más tarde se montaron en este collar que vemos en la foto.






Se cree que  este hermoso reloj de oro y esmalte habría sido dado por la reina  María Antonieta a la Duquesa De Tourzel, quien pasó a ser la institutriz de los hijos, se hiso cargo de estos asuntos a causa de  la renuncia de la institutriz anterior la señora Polignac, la duquesa de Tourzel vivió muy de cerca las penurias pasadas por la casa real durante la revolución..



Escrito por: Alejandro Glade R.



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